¿Por que agoniza el sindicalismo?, se preguntaba mi amigo, quien me relataba cómo los intereses cupulares de las dirigencias estatales y nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, están permitiendo la pérdida de muchas conquistas laborales plasmadas en su Contrato Colectivo de Trabajo.
Con la llegada de Valdemar Gutiérrez Fragoso a la Secretaría General del SNTSS, está en juego la supervivencia del IMSS y de su sindicato, así como la defensa de las últimas reformas a la Ley del Seguro Social, que incluyeron la privatización del sistema de pensiones y el menosprecio del régimen de solidaridad social. Una Institución con muchos enemigos en diferentes ámbitos, que en su propia estructura interna se encuentran incrustados los que representan a los grandes intereses patronales, hasta los que medran con el manejo de los sindicatos como instrumentos de poder para beneficios propio y de grupo, incluyendo el SNTSS.
Decía mi citado amigo que mientras no se “desmonte” el sistema sindical corporativo, el crecimiento y la defensa de los derechos de los trabajadores, seguirán a la baja, por lo que es esencial una democratización del sistema y lograr la libertad sindical; de no ocurrir esto, el sindicalismo no tocará fondo, y esto ya no aguanta más.
En Campeche los dirigentes sindicales del IMSS la hacen de verdaderos caballos de Troya dentro del gremio, pues sirven al gobierno y a la misma empresa en su carácter de “infiltrados” dentro de la misma base trabajadora, la cual no tiene más remedio que seguir soportando estoicamente esa tiranía sindical, forma viciada del sindicalismo tirano que deteriora día con día las condiciones laborales de los trabajadores.
Hay una profunda crisis en el SNTSS de Campeche, pues los grupos de poder incrustados dentro del mismo lo han convertido en un botín para sus muy particulares intereses. Son esquiroles del movimiento obrero con los cuales el Gobierno mantiene el control de la base trabajadora.
Son estos mismos dirigentes quienes se ajustan y cambian de ideología como camaleones de la política según el gobierno que les toque en el poder; por lo pronto, en estos momentos, son azules, mochos y fachos, y además, militan de facto en el PAN, dan limosna en la misa del domingo, y se les ve a algunos en francachelas o en búsqueda de favores sexuales con sus antiguos congéneres priístas.
Son los primeros en actuar, de manera conformista, pero obediente, en la defensa de la destrucción y desmantelamiento de todo lo logrado y plasmado en su contrato colectivo de trabajo, para luego, en el juego de sus propios intereses, cobrar las facturas de acuerdo al vaivén de la bolsa de sus valores éticos y morales.
Comentaba mi antiguo amigo que, de alguna manera, conoce la situación interna de este gremio, que Miguel Santamaría Pinto, el corrupto dirigente del Sindicato, es uno de aquellos seudo líderes que ha permitido que, a cambio de unos cuantos favores para colocar a su sobrino en puesto con clave de base, el Sindicato sirve a la Institución de fedatario de las más aberrantes violaciones a los derechos laborales de sus agremiados.
O el caso de Atilano Jiménez Novelo, que colocó a su hijo en un puesto con clave de base; estos hechos alcanzan a otros dirigentes de este sindicato del IMSS en Campeche; el pago de estas canonjías a José Jesús Lomeli Ramírez, Delegado Estatal, por parte de la cúpula sindical, se traduce en una total sumisión de los dirigentes sindicales a la empresa, aceptando contubernios para denigrar los derechos de los trabajadores.
¿Cuántos son los juicios laborales que se ventilan en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en Campeche, demandados por trabajadores que han visto sus derechos laborales conculcados por la empresa, en los que el SNTSS, Sección Campeche o tan siquiera la Nacional, preste la asesoría legal a estos trabajadores para enfrentar a la Institución patronal y defenderlos?, hasta hoy, ninguno, refería mi amigo.
No es falta de voluntad de parte de los dirigentes del Sindicato del IMSS en Campeche para vigilar que el Contrato Colectivo de trabajo se aplique, externaba, sino mero contubernio, pues trasciende entre los trabajadores que el servilismo y la lambisconería hacia el Delegado Estatal de la Institución por parte de los dirigentes sindicales en Campeche, se ha convertido casi en una profesión para ellos.
No importa el grado de estudios o la experiencia laboral en la Institución para pretender obtener una plaza en el IMSS Campeche; solo basta ser hijo de un alto funcionario con linaje, posición económica, militar en el PAN, ir los domingos a misa, y convertirse en un prejuicioso de los trabajadores que carecen de estos atributos, para que de inmediato arribe el aspirante a una plaza en esta empresa; con ello, cubre el cien por ciento de los requisitos que se solicitan para ocupar un puesto en la Institución, de ser posible de Confianza “A” o cuando menos “B”, o de una buena categoría de base o sindicalizado, contando desde luego, no faltaba más, con la venia y visto bueno de la dirigencia sindical del IMSS en Campeche, encabezada por el más corrupto y sinverguenza de los dirigentes que haya tenido hasta la fecha.
La corrupción en el sindicato del IMSS es bastante evidente, pues la falta de conocimientos de sus derechos laborales por parte del personal sindicalizado, y el temor de exigir a la dirigencia de su sindicato la vigilancia y aplicación del Contrato Colectivo de Trabajo, permite que el nepotismo se practique entre los jefes de departamento sin ningún recato, quienes adjudican plazas a familiares, amigos y compadres, como si estas fueran paletas de chamoy, mientras que los dirigentes sindicales se hacen los occisos o de la vista gorda en estos hechos que violentan el derecho escalafonario de los trabajadores para ocupar plazas de confianza “B”, y por lo tanto, pisotean el Contrato Colectivo y la mismísima Ley Federal del Trabajo.
Hace unos 4 o 5 años el IMSS, para reducir el número de plazas de confianza y de algunas oficinas o departamentos que solo ocasionaban gastos innecesarios, ofreció un retiro “voluntario” a estos trabajadores, haciendo un gasto oneroso en liquidaciones, ¿y para que sirvió este sangría al presupuesto del IMSS?, para nada.
Con la llegada del PAN al poder y el neopanista José Jesús Lómeli Ramírez a la delegación estatal del IMSS en Campeche, esas plazas se ocuparon y se crearon muchas otras para satisfacer los compromisos con los panistas de alcurnia que se encontraban desempleados, y a los que se puede observar en el almacén delegacional, sub-delegación, oficina de cobros, jefatura de finanzas, delegación estatal, comunicación social, etc. ¿No que está en crisis el IMSS? Bueno, para los panistas todavía hay en el IMSS, pan en el “lek” y chile en el “coco”.
Con la llegada de Valdemar Gutiérrez Fragoso a la Secretaría General del SNTSS, está en juego la supervivencia del IMSS y de su sindicato, así como la defensa de las últimas reformas a la Ley del Seguro Social, que incluyeron la privatización del sistema de pensiones y el menosprecio del régimen de solidaridad social. Una Institución con muchos enemigos en diferentes ámbitos, que en su propia estructura interna se encuentran incrustados los que representan a los grandes intereses patronales, hasta los que medran con el manejo de los sindicatos como instrumentos de poder para beneficios propio y de grupo, incluyendo el SNTSS.
Decía mi citado amigo que mientras no se “desmonte” el sistema sindical corporativo, el crecimiento y la defensa de los derechos de los trabajadores, seguirán a la baja, por lo que es esencial una democratización del sistema y lograr la libertad sindical; de no ocurrir esto, el sindicalismo no tocará fondo, y esto ya no aguanta más.
En Campeche los dirigentes sindicales del IMSS la hacen de verdaderos caballos de Troya dentro del gremio, pues sirven al gobierno y a la misma empresa en su carácter de “infiltrados” dentro de la misma base trabajadora, la cual no tiene más remedio que seguir soportando estoicamente esa tiranía sindical, forma viciada del sindicalismo tirano que deteriora día con día las condiciones laborales de los trabajadores.
Hay una profunda crisis en el SNTSS de Campeche, pues los grupos de poder incrustados dentro del mismo lo han convertido en un botín para sus muy particulares intereses. Son esquiroles del movimiento obrero con los cuales el Gobierno mantiene el control de la base trabajadora.
Son estos mismos dirigentes quienes se ajustan y cambian de ideología como camaleones de la política según el gobierno que les toque en el poder; por lo pronto, en estos momentos, son azules, mochos y fachos, y además, militan de facto en el PAN, dan limosna en la misa del domingo, y se les ve a algunos en francachelas o en búsqueda de favores sexuales con sus antiguos congéneres priístas.
Son los primeros en actuar, de manera conformista, pero obediente, en la defensa de la destrucción y desmantelamiento de todo lo logrado y plasmado en su contrato colectivo de trabajo, para luego, en el juego de sus propios intereses, cobrar las facturas de acuerdo al vaivén de la bolsa de sus valores éticos y morales.
Comentaba mi antiguo amigo que, de alguna manera, conoce la situación interna de este gremio, que Miguel Santamaría Pinto, el corrupto dirigente del Sindicato, es uno de aquellos seudo líderes que ha permitido que, a cambio de unos cuantos favores para colocar a su sobrino en puesto con clave de base, el Sindicato sirve a la Institución de fedatario de las más aberrantes violaciones a los derechos laborales de sus agremiados.
O el caso de Atilano Jiménez Novelo, que colocó a su hijo en un puesto con clave de base; estos hechos alcanzan a otros dirigentes de este sindicato del IMSS en Campeche; el pago de estas canonjías a José Jesús Lomeli Ramírez, Delegado Estatal, por parte de la cúpula sindical, se traduce en una total sumisión de los dirigentes sindicales a la empresa, aceptando contubernios para denigrar los derechos de los trabajadores.
¿Cuántos son los juicios laborales que se ventilan en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en Campeche, demandados por trabajadores que han visto sus derechos laborales conculcados por la empresa, en los que el SNTSS, Sección Campeche o tan siquiera la Nacional, preste la asesoría legal a estos trabajadores para enfrentar a la Institución patronal y defenderlos?, hasta hoy, ninguno, refería mi amigo.
No es falta de voluntad de parte de los dirigentes del Sindicato del IMSS en Campeche para vigilar que el Contrato Colectivo de trabajo se aplique, externaba, sino mero contubernio, pues trasciende entre los trabajadores que el servilismo y la lambisconería hacia el Delegado Estatal de la Institución por parte de los dirigentes sindicales en Campeche, se ha convertido casi en una profesión para ellos.
No importa el grado de estudios o la experiencia laboral en la Institución para pretender obtener una plaza en el IMSS Campeche; solo basta ser hijo de un alto funcionario con linaje, posición económica, militar en el PAN, ir los domingos a misa, y convertirse en un prejuicioso de los trabajadores que carecen de estos atributos, para que de inmediato arribe el aspirante a una plaza en esta empresa; con ello, cubre el cien por ciento de los requisitos que se solicitan para ocupar un puesto en la Institución, de ser posible de Confianza “A” o cuando menos “B”, o de una buena categoría de base o sindicalizado, contando desde luego, no faltaba más, con la venia y visto bueno de la dirigencia sindical del IMSS en Campeche, encabezada por el más corrupto y sinverguenza de los dirigentes que haya tenido hasta la fecha.
La corrupción en el sindicato del IMSS es bastante evidente, pues la falta de conocimientos de sus derechos laborales por parte del personal sindicalizado, y el temor de exigir a la dirigencia de su sindicato la vigilancia y aplicación del Contrato Colectivo de Trabajo, permite que el nepotismo se practique entre los jefes de departamento sin ningún recato, quienes adjudican plazas a familiares, amigos y compadres, como si estas fueran paletas de chamoy, mientras que los dirigentes sindicales se hacen los occisos o de la vista gorda en estos hechos que violentan el derecho escalafonario de los trabajadores para ocupar plazas de confianza “B”, y por lo tanto, pisotean el Contrato Colectivo y la mismísima Ley Federal del Trabajo.
Hace unos 4 o 5 años el IMSS, para reducir el número de plazas de confianza y de algunas oficinas o departamentos que solo ocasionaban gastos innecesarios, ofreció un retiro “voluntario” a estos trabajadores, haciendo un gasto oneroso en liquidaciones, ¿y para que sirvió este sangría al presupuesto del IMSS?, para nada.
Con la llegada del PAN al poder y el neopanista José Jesús Lómeli Ramírez a la delegación estatal del IMSS en Campeche, esas plazas se ocuparon y se crearon muchas otras para satisfacer los compromisos con los panistas de alcurnia que se encontraban desempleados, y a los que se puede observar en el almacén delegacional, sub-delegación, oficina de cobros, jefatura de finanzas, delegación estatal, comunicación social, etc. ¿No que está en crisis el IMSS? Bueno, para los panistas todavía hay en el IMSS, pan en el “lek” y chile en el “coco”.
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